miércoles, 5 de junio de 2013

Cualquier sistema que montéis sin nosotros, será derribado

Ando últimamente dándole vueltas a qué hacer cuando la participación fracasa, que también ocurre y por diversos motivos que suelen incluir el cómo se entiende y cómo se lleva.

¿Qué hay que hacer con la participación? ¿Dejarla morir? ¿Cerrar oficialmente los canales? 

Este tema es complejo pues quien se ha visto llamado a la participación y entusiasmado con la idea, suele seguir participando aunque vea como el canal se va cerrando, suele seguir intentando que la voz de los implicados y afectados sea tenida en cuenta aunque quien debía escuchar se dé la vuelta y se aleje.

¿Se les debería informar formalmente de que ya no serán tenidos en cuenta de la forma que se entiende la participación en un gobierno abierto?

Pensaba si no había que asumir que sí se pueden establecer sistemas y estructuras sin escuchar ni tener en cuenta las voces de quienes deben sostenerlas desde abajo. Aunque no se pueda decir públicamente de forma tan cruda, desde luego.

Y, coincidió que me daba un paseo por el blog de @tonapou, que os recomiendo, y encontré esta entrada, como homenaje póstumo a Constantino Romero en el que declama un poema de Leonard Cohen que, como bien dice Tona, llama a la sublevación.



Cualquier sistema que montéis sin nosotros
será derribado
Ya os avisamos antes
y nada de lo que construisteis ha perdurado
Oídlo mientras os inclináis sobre vuestros planos
Oídlo mientras os arremangáis
Oídlo una vez más
Cualquier sistema que montéis sin nosotros
será derribado
Tenéis vuestras drogas
Tenéis vuestras Pirámides, vuestros Pentágonos
Con toda vuestra hierba y vuestras balas
ya no podéis cazarnos
Lo único que revelaremos de nosotros
es este aviso
Nada de lo que construisteis ha perdurado
Cualquier sistema que montéis sin nosotros
será derribado

(Leonard Cohen)

6 comentarios:

  1. Y cómo podemos evitar que la participacion fracase? Qué podemos hacer para que los pocos canales habilitados para participar sean utilizados?

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  2. Buena pregunta David.
    El problema es que los canales necesitan de alguien que los mantenga y los escuche. Si quien los abre y los escucha decide no hacerlo, la participación fracasa.

    La actitud de quien participaba puede forzar a conseguir que la voz, las propuestas, las sugerencias acaben llegando pero ¿Eso es participación? ¿Durante cuánto tiempo se mantendrá?

    Desde mi punto de vista, ese es un momento para dejar de participar y volver a los orígenes a convencer de la riqueza de la participación pero ¿tiene futuro?

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  3. Yo en alguno casos que conozco (más o menos de cerca, alguno como mero espectador) he observado que la "cultura participativa" no está tan extendida como sería deseable, y veces son los propios participantes que o bien se abstienen (dando por hecho que no servirá de nada) o pervierten los canales malempleandolos de forma puramente destructiva. También me hago la reflexión de dónde exactamente está la frontera entre "nosotros" y "ellos", en una participación bien entendida todos somos "nosotros", lo otro no será participación, sera opresión y revolución, cosa que, en el plano político a nivel (inter)nacional, cada vez parece más verosímil, por desgracia.

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  4. Enrique,
    Introduces un debate interesante, ¿Existe el "nosotros" y "ellos"? Para mí la respuesta es sí, sin ninguna duda. Y te cuento dónde veo yo la línea que marca la diferencia: la capacidad ejecutiva.

    Pongámonos en un ejemplo conocido, la propuesta legislativa la la plataforma de afectados por la hipoteca, hay muchos matices y podríamos estar de debate toda la noche, pero hay una diferencia clara, los que proponen la ley no tienen capacidad de votarla. Quienes la "recogen" sí. Lo mismo ocurre en todos los niveles.

    Son los que tienen capacidad "ejecutiva" quien muestran la "generosidad" de abrir un proceso de consulta para llevar a cabo acciones.

    En otro debate salía la filosodía de Kotter acerca de que el responsable "participativo" no lo es porque no le guste mandar o tomar decisiones sino porque, precisamente, lo que quiere es que sus "órdenes" sean cumplidas con entusiasmo o que sus decisiones sean "lo más acertadas" posibles.

    En ese marco, para mí no hay duda posible. Están los que participan y están los que permiten la participación.


    Sobre el malempleo, pongo un ejemplo, tenemos una plaza en un pueblo con 40 habitantes y el alcalde pone un banco como servicio público. Uno de los lugareños mancha, estropea y, finalmente, rompe el banco. Si el alcade achaca a sus paisanos no estar hechos para tener un banco quizás sea algo injusto.

    Luego podríamos entrar a cómo llevar la participación, quien es el responsable de los canales, si están definidos los objetivos de la participación, si los canales son los adecuados,...

    Esa responsabilidad hay que recogerla. Y, quizás hagan falta esos "cafés" que comentábamos con @davidrjordan y @Gus_Giorgetti para hacer llegar el "para qué" y el "cómo" del proceso. Al menos, en esa primera vez que hay que romper el hielo, que hay que explicar, que hay que trabajar los dos planos,el emocional y el racional.

    También el grupo actúa por imitación. Si el mensaje se queda muy diluido, se puede actuar en un colectivo más pequeño y que sean los resultados y la valoración de ese colectivo el que sirva de señuelo y modelo al resto. Aquí hablo de entornos como el de David. Para algo mayor como podría ser una legislación nacional, la estrategia sería con tazas de café mucho más grandes ;-)

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  5. Respecto al “nosotros” y “ellos”, creo que la diferencia es un tema de evolución, “ellos” aun están en el modelo territorial y sin notarlo se auto-limitan. Me recuerdan a las películas norteamericanas cuando el ladrón pasa la frontera y se ríe de sus perseguidores que no pueden pasar de ahí. Por otro lado la participación como todas las cosas necesita de reglas básicas y estrategias para poder funcionar y ser exitosas. A mi entender para cada tipo de necesidad la participación tiene que tener una forma de participación adecuada (diferente). La participación libre en Internet se basa en la existencia de reglas de comunicación como el TCP/IP que todos respetan. El otro tema es que muchos aun no entienden que la participación debe ser con final abierto. Solo con una “participación abierta” existe el “sentido común” que tanto buscamos.

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  6. Aprovecho que este debate esta muy participativo para meter una bromica: yo me pregunto donde esta la frontera entre ellos y nosotros y tu me respondes "si, sin ninguna duda".
    Me acuerdo inevitablemente de mi costumbre bromistico-informatica de responder "si, en efecto" cuando me preguntan si voy a hacer A o lo contrario de A.
    Me parece que en muchos procesos todos tienen algo de capacidad ejecutiva y propositiva, mezclada, no siempre es tan facil separar los que participan de los que dejan participar, a veces la mejor forma de dejar participar es sentarse de igual a igual con los que participan, no?

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