martes, 3 de diciembre de 2013

Aire fresco en la formación


¿Quiere usted que los miembros de su unidad aprendan algo distinto o adquieran una nueva habilidad? La administración ya contempla la necesidad de renovación, reciclaje y actualización mediante planes de formación de su personal.

Supongamos que lo que quiere es que empiecen a manejar una nueva red social que puede mejorar sensiblemente el servicio. Si aún no ha perdido la fé en el sistema de formación, tendrá que esperar al plan de formación de ese año. Seguramente el curso no será considerado como vital o básico así que habrá una edición o dos. Lo que supondrá que, al cabo del año de formación, unas 20 o 40 personas habrán oído hablar del tema que le interesa. Es decir, al cabo de cuatro años, puede que tan sólo 150 funcionarios de una administración ya estén capacitados.

Es decir, para cuando, probablemente, la red social muera o se transforme, un porcentaje mínimo de la plantilla sabrá usarla!

¿No son útiles los planes de formación? Todo lo contrario.Y, además, garantizan que el gasto se realice con todas las garantías para el cuidadano. Son públicos, regulados,...

Pero hay que empezar a abrir la puerta a nuevas vías de capacitación. Hay que dejar correr el aire.

La básica, más rápida y más sencilla es que, en línea con las necesidades formativas del personal, se usen los canales de comunicación de cada administración para ir administrando pequeñas píldoras formativas en forma de artículos interesantes, enlaces o propuestas de actividades fuera de la administración.

Otra más elaborada es que el formato de los cursos de formación esté alineado con los cursos MOOC. Cursos masivos donde la riqueza no sólo está en el material divulgativo sino también en la interacción entre los alumnos a través de los foros. En estos cursos es frecuente que las dudas sean respondidas por alumnos más adelantados y también que se establezcan redes entre ellos.

Y otra que vuelve a la sencillez pero que exige más esfuerzo  es la colaboración entre administraciones. En todas las administraciones hay personas expertas, servicios que han resuelto de forma muy satisfactoria un problema, unidades que han introducido cambios o mejoras que han acortado los tiempos de gestión o que han mejorado el servicio. ¿Por qué no compartirlo?


Esta mezcla, este "viaje entre administraciones", permite estimular el sistema. Todos nos sentimos incentivados a probar cambios y redefinir procesos cuando conocemos casos de éxito. Todos queremos sacar lo mejor de nosotros mismos. Sería un foro de innovación casero y de bajo coste.

Desde luego tiene coste para el que se responsabiliza de ir a contar su experiencia. Pero, a cambio, recibe algo de ego al ver reconocido por personas externas el trabajo de su departamento. Es ese tipo de premio tan económico como satisfactorio.


Pero, además, ayuda a aflorar e identificar lo que se está haciendo bien gracias a que desde fuera nos pueden preguntar cómo estamos resolviendo determinada situación y podemos ser conscientes de la valía de nuestro saber hacer. Podemos vernos a través de la mirada de otros.

Esta fórmula, de la que los propios funcionarios llevamos hablando años, no tiene el soporte básico y depende de la voluntad de permitirlo de los responsables. Mientras llega esa regulación que obligue a ventilar y sacar lo mejor de cada casa para mejorar las casas de todos hay que seguir apoyándose en la red informal de empleados públicos que colaboran y facilitan.

Gracias a ellos, nuestra administración hoy es mejor.

2 comentarios:

  1. jeje mas vale usar la dinamica propia de las redes sociales para esto, porque si hay que esperar los varios meses que tarda en moverse es "aparato" para a veces dar muestras de dudosa fidelidad al principio de garantia de utilidad publica del gasto estamos buenos (lo que no quita para que trabajemos tambien en mejorar eso, claro)

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  2. Ojo que no critico los planes de formación. Que tienen su razón de ser y dan robusted al sistema. Pero, para conseguir esa formación ágil y rápida no son necesariamente útiles.

    El problema de que sea el empleado el que "beba" de forma independiente en las redes sociales es que tiene un componente de interés individual que, aunque enriquece al grupo, no permite esa formación conjunta. O me parece algo difícil.

    Estaba pensando en que hubiera una línea formativa a seguir y que, naturalmente se nutre del propio grupo, pero que haya una "facilitación".

    Por ejemplo, ante un cambio de plataforma, como forma de formación se puede proporcionar artículos o post sobre dicha plataforma. Y, sabiendo los propios trabajadores que es un tema de interés, pueden ir compartiendo información que conozcan o les llegue por el mismo canal.

    O si conocemos a una adminsitración que lo haya hecho ya, solicitarle que nos lo cuente de una forma colaborativa.

    No sé si me he explicado mejor.

    Gracias por comentar!

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