miércoles, 14 de agosto de 2013

Haciendo bolas de arena


Del ENBP13 nos hemos traído la mochila llena pero uno de los aspectos que salió en la mesa de trabajo del uso del Blog como herramienta de innovación era la frecuencia de actualización.

Cuando el blog es parte del propio trabajo, como lo fué en nuestro caso el uso de un blog para facilitar la implantación e intercambiar experencias del teletrabajo, debe tener una frecuencia de actualización que permita su utilidad. Se debe mimar y alimentar.

Sin embargo, cuando es un proyecto personal, como este y el de otros casos que hablamos en el ENBP13 se ve limitado a los propios proyectos. Estuvimos de acuerdo en que colgar los post debe ocurrir cuando uno tenga algo que decir y tiempo para hacerlo bien. Las entradas forzadas no son útiles para nadie.

Ójala se pudiera ir escribiendo en esos pequeños ratos que se van robando al día pero no, he descubierto que una entrada en el blog es como una de esas bolas de arena.

En casa las llamamos albóndigas. Para que queden bien redondas y compactas hay que coger primero la arena muy mojada y, mientras se le va dando forma, se va añadiendo arena seca que la vaya compactando. A veces hay que añadir más arena húmeda, a veces quitar algo de arena, volver a usar seca,...


Lo mismo ocurre en el blog. Cada entrada merece sentarse con unas ideas e irle dando forma, a veces te das cuenta que te has extendido demasiado y tienes que quitar algunas líneas, una vez que lo tienes debes darle forma, que tenga un argumento y una conclusión, a veces lo abandonas porque no es el momento para contarlo,... El mismo proceso para dos labores tan, aparentemente, diferentes.

Últimamente, otros proyectos nos tienen alejadas de la edición en la blogosfera pero, material para leer en ella hay, mucho y muy bueno! Y, a eso, también hay que dedicarle mucho tiempo.


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