Sobre todo, mediante la red, vamos conectando personas vinculadas con la administración de una u otra manera que buscan el cambio, mejoras, que creen que es posible una administración mejor, al servicio del usuario.
Cuando los vas conociendo, los vas admirando, te ponen las pilas,... Desearías que las iniciativas que han llevado en su puesto de trabajo, consumiendo parte de su tiempo libre, robando dedicación a sus familias, se llevaran a cabo en tu trabajo.
Pero, en esas conversaciones, a veces sale a colación la relación con los superiores. Esos que reciben un día sí otro también un toque en el despacho con un "¿Se puede?" en los que les dices que todo funcionaría mejor si hacen esto, o que haciendo esto otro no han tenido en cuenta aquello, ... Pero, en general, ante cualquier iniciativa suelen recibir un "muy bien pero y si además... también..."
A veces conoces a esos superiores y, curiosamente, cumplen con la premisa de que todos deseamos lo que no tenemos. Hay algunos que se quejan porque su equipo es muy pasivo y les gustaría tener más proactividad. O que son poco innovadores. Luego están lo que cuentan entre sus trabajadores con "elementos proactivos" y entonces comentan que les gustaría, alguna vez, algún día, proponer una iniciativa y no oir veinte peros. O simplemente oir "muchas gracias, ¡Qué bien!". No tener permanentemente la sensación de que aún podría hacerse todo mucho mejor.
Ese carácter tan creativo, esa actitud imprendedora, esa permanente capacidad de opinar y aportar ¿No hace que os perciban, a veces, como unos "pinchaúvas"?